sábado, 20 de junio de 2009

San Sebastián


Los canallas siguen ejerciendo de canallas, segadores de vida desde un fanatismo absurdo, ante el que suenan tan manidas las palabras. Por otro lado, y como contraposición, la muerte que se lleva a aquel que sembró de esperanza la miseria de tantos, que no se conformó con la simple caridad, sino que quiso ofrecer el mejor regalo para los desheredados: futuro.
Mientras, en la ciudad, imágenes de termómetros tópicos con temperaturas tropicales, búsqueda de una sombra protectora y de esas fuentes esquivas. ¿Por qué apenas hay fuentes en Sevilla?
Para combatir la sed de justicia que amenaza una nueva biblioteca y, si lo dice la justicia, tendrá sus justas razones. Pero, me da que pensar, que los atropellos urbanísticos sólo se paren cuando se trata de una biblioteca, y que en la ciudad árboles y libros sean incompatibles. Libros en el Prado de San Sebastián, en el quemadero, donde se esparcieron tantas cenizas, jardín de libros, palabras que surgen de la madera, mejores vástagos que el polvo inmisericorde que brotó del fanatismo y de la justicia ciega, que no puede leer. Las autoridades tampoco quieren leer el auto dictado. Con disimulo siguen mano a las obras, diligencia para lo que tantas veces es indolencia. La maquinaria sigue su curso, que para eso hay recursos; la justicia sigue el suyo, velocidad de caracol que saca sus cornucopias al sol. Los vecinos contentos, que paralizaron la biblioteca y salvaron los árboles de la ciencia. No vayamos a hacer papel del árbol caído, que las palabras pueden ser un fruto envenenado.
Hace un sol de justicia, que quema a justos como a pecadores, en un prado libre de libros, donde San Sebastián, una vez más, es asaeteado por la ignorancia.

10 comentarios:

  1. No había escuchado ese clip de audio que hay en tu perfil...La chica de ayer, ufff.

    Genial todo, San Sebastián, sus prados, las saetas que tanto juego endemoniado pueden dar. Polisemias para ir tirando, a veces.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. El polvo al polvo, y el libro a la biblioteca.

    Me ha gustado. Muy tuya.

    ResponderEliminar
  3. ... y no digo más.

    ayer leía una entrevista a Rafael Manzano en ABC...
    "un buen PGOU debería reestudiar la ciudad con un equipo de arquitectos, no de urbanistas"
    gran verdad es esta...

    como que en Sevilla apenas hay fuentes en las calles porque no las quieren los bares...
    grande y triste esta...

    ResponderEliminar
  4. Juanma y Javier muchas gracias por vuestros comentarios.
    Eres mi cruz, he leído su enlace y su polémica con lopera in the nest en el blog de Caraballo. Sólo puedo decirle que coincido con usted en todo. Curiosamente, una de las cosas que pensé cuando iba a escribir esta entrada es la polémica que hubo en su día con los jardines del Prado, aquello de la inutilidad de un espacio verde junto al Parque de Mª Luisa que salión en la prensa sevillana. Esta ciudad es así, capaz de hacer de su capa un sayo para las cosas importantes y después la "sociedad civil" paraliza una obra como la de la biblioteca que, en proyecto y sin contar con sus conocimientos, me parece una obra interesante. Y qué joder, que se trata de una biblioteca, no de un centro comercial. Por otro lado, salvo la honrosa excepción, que recuerde, de Paco Robles, nadie se rasgó las vestiduras de que la Biblioteca Pública por antonomasia de la ciudad, tenga el nombre de Infanta Elena; claro, es que en esta ciudad no ha habido escritores que lo merecieran.

    ResponderEliminar
  5. Una biblioteca al lado de la Martina a buen seguro atraerá a miles de lectores...

    Y vuelvo a repetir lo que repito siempre, de una ciudad en la que el libro más leido es el de autoescuela Llamas, ¿Que quiere usté encontrar...?

    Un saludasso miarma, y del tirón te enlazo en mi blog.

    ResponderEliminar
  6. es una lástima que las hemerotecas digitales no refieran años anteriores a 1997... ahora que llega el verano creo que podré hacer una escapadita por las hemerotecas para hacer unas cuantas copias de lo que sobre esos jardines dijeron algunos de los popes del arboricidio... el cachondeito de las laminitas de agua, la pérdida de aparcamientos, los puestecitos de los indios...
    y comprendo la actitud de los vecinos por perder las vistas sobre el parque pero alguien debería recordarles lo que allí había cuando esas viviendas se construyeron...
    lo del peloteo a la familia real de esta ciudad es todo un clásico...

    ResponderEliminar
  7. Pues no conocía este sitio. Si me lo permite su anfitrión, vendré de vez en cuando.

    Saludos

    ResponderEliminar
  8. Lorenzo Blanco no dude en pasarse por aquí a menudo. Le enriquecerá seguro.

    ResponderEliminar
  9. Don Lorenzo, pásese cuando quiera, que será bienvenido.
    Zapateiro, muchas gracias.

    ResponderEliminar