lunes, 28 de diciembre de 2009

Las navidades del diluvio


Y la profecía se hizo agua. Una lluvia purificadora que inundaría la ciudad de los buzos. Las bocas del metro, ahítas, expulsaban un kiosco flotante, pero tras el rescate pueden seguir circulando los batiscafos de la línea 1. Por la Alameda corrían pseudointelectuales al grito de sálvese quien pueda, buscando refugio en la calle Barco; pero la pasaban putas, que se guarecían al grito políticamente correcto de las mujeres y las niñas primeras. Cientos de sin techo buscaban un cobijo bajo las setas de la Encarnación, a pesar de la falta de madera que se había desviado para que Noé pudiera construir su arca de la alianza de civilizaciones. El Ayuntamiento se enfrascaba en agrias discusiones, cuando más necesaria era la balsa de aceite, sobre qué notables habían de salvarse. El alcalde, aunque como principal autoridad se ofrecía en sacrificio a Poseidón, estimaba que como médico sería de utilidad en el navío; Torrijos, esponjado por la humedad, mostraba su figura de lobo de mar, pipa en ristre, para hacerse fuerte a babor; Zoido, enseñaba fotos de las grietas del arca, mientras denunciaba los sobrecostes y sospechaba de algún lejano parentesco entre Noé y un conspicuo edil, al que acusa de experto en economía sumergida. El concejal de Vía de Agua, ya diseña la reconversión del canal piragua, próxima inauguración en pruebas por Canalejas; y al responsable de turismo se le hace la boca líquido elemento pensando en los gondoleros con camisas de lunares anudadas al ombligo bogando por la Avenida, más avenida que nunca. Por su parte, el P.A, desde los medios de comunicación, advierte que nadie se adueñe de la playa fluvial, que ellos la vieron primero.
El Consejo dirime qué imagen procesionará en rogativa para que escampe la lluvia torrencial: ¿La Virgen de las Aguas? ¿La del Refugio? ¿La Esperanza Marinera? Una vez desechada, por inoportuna, la propuesta de que saliera el Cristo de la Sed, y afeada, por considerarse de mal gusto, la de que el programa cofrade del próximo año se denomine "Tromba a tromba", sí se creará una comisión que estudie elevar una petición a las autoridades competentes para que se contemple la posibilidad de recuperar algo tan sevillano como el paso por el Puente de Barcas.
El Guadalquivir se sale de madre en busca de los cauces que perdimos; y el Lago de la Pava se adecenta para acoger la Feria Náutica del 2010.
Glup, glup, glup.