O nos fustigamos con las trompetas del apocalipsis de la realidad noticiada o nos alienamos con un desfile de imbéciles que procesionan por el caos catódico, donde impera lo cutre, zafio y obsceno. Puede haber salvación sin necesidad de rescate financiero facineroso, sin embarcarnos en el crucero mágico que atraca, en toda la dimensión de la palabra, en ningún puerto. Más barato, más sencillo. ¿Por qué no abandonarse llevado por las calles que zigzaguean por un camino de belleza serena? Está ahí, justo delante de ti. Solamente te exige una mirada despojada de cinismo, caminar por la sombra que aún se impone por la mañana temprano, huir del trasiego acelerado del consumo de rebajas, trazar un itinerario que te conduzca sin propósito: una revuelta, un descubrimiento; un rodeo, un atajo para el reencuentro. Evita las calles muy transitadas. Por supuesto, huye de la cacofonía del claxon que recupera su imperio. Encuentra, sin propósito de búsqueda, rincones que todavía te sorprenden con un detalle nuevo, sólo con enfocar desde un ángulo diferente: un trozo de muro, un azulejo, un balcón que no habías descubierto, aquel tejaroz que venció a la reforma de las líneas puras. Utiliza tu photoshop interno para eliminar la adherencia antiestética: el nuevo edificio que corroyó la manzana; aquel metal oxidado que envenena una esquina. De vez en cuando, mira el pavimento, que por desgracia debes sortear toda el espectro del marrón que salpica las calles. Pero evitemos el fatalismo de la suela embadurnada, quizás hasta pueda parecer un entrañable localismo. Peaje necesario para trasladarnos al olor auténtico del tipismo rancio. Cuando los ecos de alarma que se alimenta del miedo más parecen hundirnos, mantén la mirada en alto y recrea un paisaje que no necesita de entidades crediticias para seguir prestándote un momento de emoción, sosiego y belleza.
Hola.
ResponderEliminarMe has recordado este vídeo que puse en su día en mi blog. Es de una belleza extrema, fuera de lo común o no común (no sé expresarme). Afortunadamente todavía existe esa emoción, sosiego y belleza de la que hablas.
Es un placer pasar por tu espacio:
http://youtu.be/q1pVFIoUEdA
Gracias por este paseo.
Muchas gracias, Lourdes.
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